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miércoles, 19 de agosto de 2020

No dudemos de la verdad

 No dudemos de la verdad

No dudemos de la verdad:
Es una de las más sublimes virtudes que solo aquellos, bien resteados se atreven de utilizar incluso cuando de guerrear se trata, un arma tan poderosa como esta, utilizada con nobleza, con tesón, con espíritu de fe, puede incluso cambiar a la humanidad entera; si es cierto, hay alguno que jactándose de “decir la verdad” atropella y abusa, haciendo de esta gran virtud un arma para la destrucción.
En vida he contemplado como esta verdad genera libertad, genera paz, genera serenidad, aunque tropezarse con ella primero pueda causar un gran impacto, esto es casi ineludible a nuestra naturaleza humana.
La verdad como virtud, debe ser propiciada, generada y debe ser el resultado de un ejercicio continuo, porque mientras más tiempo dediquemos a actuar de esta manera, más transparentes seremos, y gozaríamos entonces de una insondable entrega desinteresada al servicio del otro, de hecho, me atrevo a decir que te hace más sensible a la realidad humana que en el devenir de los tiempos nos afecta y afecta a los demás.
Nunca dudemos de nuestra capacidad de actuar con verdad, no dudemos de la verdad de los otros, no dudemos de que la verdad sea una virtud de la que solo la raza humana puede disfrutar; no dudemos que actuar con verdad y transparencia nos hace más dignos, más libres, más pacíficos.

LA DESGARRADORA NOTICIA DE UNA TRAICIÓN

LA DESGARRADORA NOTICIA DE UNA TRAICIÓN

LA DESGARRADORA NOTICIA DE UNA TRAICIÓN.
La sublimidad del encuentro emocional de dos seres, que explosivamente se detenían a experimentar en acto, lo que cada uno de ellos llama amor, un día contempló accidentalmente la experiencia de la traición.
Dos cuerpos en movimiento hacia el éxtasis y la apoteosis, de pronto se detuvieron, marcaron distancia, se proyectaron hacia un desconocido rumbo.
El uno pensaba del otro, que provechoso sería estar sin este, el otro pensaba que tan solo era una prueba como de ensayo y error, pero jamás imaginó que cogerían los dos, en serio, un rumbo; el uno alejado del otro y el otro alejado del uno.
El desprendimiento del uno del otro que desgarrador resultó, al menos, dice la historia, que para el otro más que para el uno. Y es que se hallaba desamparado, desprotegido, como a la intemperie en el universo, un universo ideado y construido por los dos, y que ahora se convertía en su propia muralla china.
Solo así la traición surgió, no en medio de la desgarrada separación, sino en la inestimable y ausente ambición del uno por no moverse al otro, por encontrarse cómodo en su propio universo, y encontrar llenar el espacio del otro por uno más.-
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¿lo que cada uno de ellos llamaba amor, era amor?

domingo, 3 de febrero de 2019

POR UNA MANZANA

Domingo, 03 de febrero de 2019 
Guayaquil – Ecuador
13h00


Recibo un grupo Familiar de 4 personas una pareja de esposos de 32 y 27 años, un niño de 7 años y una niña de 3.
Si, esto es casi a diario en nuestra Casa de acogida Temporal, Un techo para el Camino, que Hogar de Cristo ha dispuesto para atender a estos, los migrantes que en huida buscan mejores condiciones.
Esta familia, de quien me reservo el apellido, pertenece a una masa de más de 8000 personal que hemos atendido, es decir, que no generan novedad... Pero gracias a Dios aún me conmueve recibir casos como estos.
Él maestro, ella manifiesta ser ama de casa. Vienen de San Antonio de los Altos. Desde Cúcuta hasta Guayaquil vienen pidiendo colas, así decimos en nuestro pueblo; en uno de los trayectos, me cuentan con las manos temblorosas (En este servicio aprendí a distinguir, cuando alguien tiembla por miedo o cuando tiembla por cansancio y hambre, el último es espantoso) que pasaron dos días en la parte de atrás de un camión, cómo no tenía baranda, el chofer, caído del cielo, cedió uno de sus mecates para que se sostuvieran y Dios como siempre se mantuvo tan bueno que no propició lluvia.
Me comentan después de hablarles de las condiciones para poder alojarse en CAT, que tienen una navaja y que desean dejarla guardada, esta les servía para pelar y cortar alguna fruta que apareciera en el camino, que de hecho estaban los niños contentos, encontraron manzanas, algún alma ecuatoriana solidarios como siempre les dejo probar, los niños tenían mucho tiempo sin probarla, razón de su alegría momentánea.
Ellos manifiestan preocupación, han dejado parte de sus maletas donde un buen vecino que quiso tenérselas mientras ellos se la arreglaban en calle, buscando el mejor lugar que de cama sirviera, antes de encontrar el refugio, así nos dicen, al menos suena mejor que albergue.
Me quedo un poco tranquilo, logro conseguirles un espacio para que toda la familia esté junta, inmediatamente comienzan arreglar sus cosas, acondicionan para ennoblecer el espacio con los sueños y esperanzas que traen, un mejor devenir, y aunque aún sea incierto, están las ganas de echarle pichón y nada puede ser peor.

¡Bienvenidos, mis hermanos!
@ronaldborges590

martes, 10 de julio de 2018

Venezuela: Hay dos grandes tipos de personas.




Hace poco, conversaba con una gran amiga, letrada no solamente en las academias y con un bagaje de experiencia profesional de alto calibre en el quehacer legislativo  venezolano, sino, al menos, para mí una mamá en la espiritualidad y en el reconocimiento de lo divino en la vida humana.

Ella, de quien me reservo el nombre, en una de nuestra conversaciones digitales me mencionaba su preocupación, no solo, por lo que todos sabemos que ocurre en Venezuela, sino más bien por algo del día a día para el venezolano y que ella llamó con preocupación las dos nuevas clases sociales que están surgiendo en Venezuela después de la desaparición casi total de la antigua caracterización del estatus social del Venezolano. Me decía: - Ronald parece que hay dos tipos de venezolanos. Estoy muy conmovida. Ante tal planteamiento no me resistí a que me contará qué quería decir con eso.
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Me decía: - Si Ronald, hay dos tipos de Venezolanos: El que vive de la remesas y el que no vive de ella. Me mencionaba mi amiga:  - Es  muy triste ver como hay personas que aún pueden ir a comprar algunas cosas que no son precisamente de primera necesidad, y que incluso, salían llenos de lo que encontraran en los casi extintos supermercados, mientras otros en la misma fila para pagar en caja llevaban uno o dos productos. Que suerte la de aquellos que tienen familia en el exterior y pueden mandar dinero a Venezuela, aunque cada vez valga menos. 

Los Beneficiarios de las remesas disfrutan de lo poco, aunque siguen sobreviviendo, los demás, cómo hacen, no sabemos, o bueno quizás sí, comen una vez al día, si consiguen comida.   

Hoy día, como dicen los Guayacos; gente buena, conversé con uno de los jóvenes acogidos de casi mil que hemos recibido en “Un techo para el camino” él, es hijo único, sus padres son mayores, tiene una niña en Venezuela y aún con una discapacidad a causa de  un accidente que le hace utilizar una silla de ruedas para trasladarse, decidió emprender el viaje desde Venezuela hasta Ecuador para enfrentar la dura situación de ser hijo único de padres en Venezuela, en este momento, por mi mente vienen muchas cosas.  Este joven, tiene que enviar remesas de dinero a sus país, eventualmente, mientras la clase social que vive de la remesas sigue creciendo, para ellos el país está medianamente bueno, lo único malo es que no tienen a sus hijos y familiares cercanos con ellos…

En otro post… mi amiga en la conversación hacía un análisis muy interesante, sobre los militares que cobran en dólares…