La fe del mudo.
La misa: Para nosotros comienza con el Rosario a la Virgen
Santísima, que sirve para concentrar una cantidad de suplicas y clamores, para
algunos buenos entendidos "sin sentido"; para otros buenos entendidos
de la fe "su razón de vivir", la asistencia más humana y divina a la
vez, por medio del cual, nos acercamos más a nuestros familiares difuntos y a
descargamos nuestra pésima realidad inmediata.
El punto de hoy: Cuando corresponde la misa vespertina, ha de
llamarme mucho la atención, un "Adán" casi
lázaro y anciano que inmediatamente después del gesto sublime de la
paz en la misa que procede de la consagración del pan y del vino, se
levanta de su bien cómodo asiento-banca y camina entre los pocos asiduos
a la misa y se interna como si nadie más existiese frente al altar, justo a la
mirada de Jesús al que llamamos Sacramentado en unas pequeñas piezas de pan
y vino, y la mirada curiosa del sacerdote celebrante y sus acompañantes
en el altar. Si él con mirada suplicante y desconcertante a la vez, como si se
postrará ante El Señor estando aún de pie; desconcierta al menos a las personas
que por primera vez a de ver ese particular gesto, y que inmediatamente el uso
de la lógica les dice, ¡otro loco más!
El
amigo en cuestión, bajo la mirada de los demás, al cual, no da ningún tipo de
importancia, no repara en hacerlo en cada una de las celebraciones en la que
presente está. Es parte de su realidad, ¿qué pasa con él?
Mencionaba que el amigo en cuestión camina entre los otros, pero no solo
camina, también hace un gesto que lo desequilibran mentalmente; ¡eso es lo que
los demás dicen! El gesto es llevar sus manos al pecho, mirar a los
"otros" con una sonrisa y una mirada desconcertante casi
que lloroza, llevarse las manos al pecho cruzándolas al mismo tiempo y atinar
en pegarlas y despegarlas de su pecho a medida que va mirando a uno, y al
general de los asistentes. Si hacemos uso de un pequeño bagaje de
imaginación podemos darnos cuenta que posiblemente estemos ante un Sordo-mudo,
un sordo-mudo, ¡no escucha!, ¡no habla! ¿Cómo hace él para estar en misa y
asentir eficientemente a cada uno de los gestos sin la voz de mando del que
preside la celebración?, siente entonces la necesidad urgente de salir y
"postrase" esperar, y mirar fijamente a que se Jesús baje del altar y
se le entregue en cuerpo y alma, de allí que importa las miradas críticas del
otro, que importa la cordura del que exigen los patrones y los canales
normales, lo único que quiere es recibirlo.
Para mí esto es una capacidad especial, ¡Definitivamente!
Señor
danos más Hombres y mujeres con capacidades diferentes para amarte y encontrar
valor en ti. Feliz Noche.
@ronaldborges590