martes, 18 de junio de 2013

LA FE DEL MUDO.

La fe del mudo.

     La misa: Para nosotros comienza con el  Rosario a la Virgen Santísima, que sirve para concentrar una cantidad de suplicas y clamores, para algunos buenos entendidos "sin sentido"; para otros buenos entendidos de la fe "su razón de vivir", la asistencia más humana y divina a la vez, por medio del cual, nos acercamos más a nuestros familiares difuntos y a descargamos nuestra pésima realidad inmediata. 

        El punto de hoy: Cuando corresponde la misa vespertina, ha de llamarme mucho la atención, un "Adán" casi lázaro y anciano  que inmediatamente después del gesto sublime de la paz en la misa que procede de la  consagración del pan y del vino, se levanta de su bien cómodo asiento-banca y camina  entre los pocos asiduos a la misa y se interna como si nadie más existiese frente al altar, justo a la mirada de Jesús al que llamamos Sacramentado en unas pequeñas piezas de pan  y vino, y la mirada curiosa del sacerdote celebrante y sus acompañantes en el altar. Si él con mirada suplicante y desconcertante a la vez, como si se postrará ante El Señor estando aún de pie; desconcierta al menos a las personas que por primera vez a de ver ese particular gesto, y que inmediatamente el uso de la lógica les dice, ¡otro loco más! 

    El amigo en cuestión, bajo la mirada de los demás, al cual, no da ningún tipo de importancia, no repara en hacerlo en cada una de las celebraciones en la que presente está. Es parte de su realidad, ¿qué pasa con él?

     Mencionaba que el amigo en cuestión camina entre los otros, pero no solo camina, también hace un gesto que lo desequilibran mentalmente; ¡eso es lo que los demás dicen! El gesto es llevar sus manos al pecho, mirar a los "otros" con una sonrisa y una mirada desconcertante casi que lloroza, llevarse las manos al pecho cruzándolas al mismo tiempo y atinar en pegarlas y despegarlas de su pecho a medida que va mirando a uno, y al general de los asistentes. Si hacemos uso de un pequeño bagaje de imaginación podemos darnos cuenta que posiblemente estemos ante un Sordo-mudo, un sordo-mudo, ¡no escucha!, ¡no habla! ¿Cómo hace él para estar en misa y asentir eficientemente a cada uno de los gestos sin la voz de mando del que preside la celebración?, siente entonces la necesidad urgente de salir y "postrase" esperar, y mirar fijamente a que se Jesús baje del altar y se le entregue en cuerpo y alma, de allí que importa las miradas críticas del otro, que importa la cordura del que exigen los patrones y los canales normales, lo único que quiere es recibirlo.

    Para mí esto es una capacidad especial, ¡Definitivamente!
 Señor danos más Hombres y mujeres con capacidades diferentes para amarte y encontrar valor en ti.  Feliz Noche.
@ronaldborges590




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