martes, 10 de julio de 2018

Venezuela: Hay dos grandes tipos de personas.




Hace poco, conversaba con una gran amiga, letrada no solamente en las academias y con un bagaje de experiencia profesional de alto calibre en el quehacer legislativo  venezolano, sino, al menos, para mí una mamá en la espiritualidad y en el reconocimiento de lo divino en la vida humana.

Ella, de quien me reservo el nombre, en una de nuestra conversaciones digitales me mencionaba su preocupación, no solo, por lo que todos sabemos que ocurre en Venezuela, sino más bien por algo del día a día para el venezolano y que ella llamó con preocupación las dos nuevas clases sociales que están surgiendo en Venezuela después de la desaparición casi total de la antigua caracterización del estatus social del Venezolano. Me decía: - Ronald parece que hay dos tipos de venezolanos. Estoy muy conmovida. Ante tal planteamiento no me resistí a que me contará qué quería decir con eso.
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Me decía: - Si Ronald, hay dos tipos de Venezolanos: El que vive de la remesas y el que no vive de ella. Me mencionaba mi amiga:  - Es  muy triste ver como hay personas que aún pueden ir a comprar algunas cosas que no son precisamente de primera necesidad, y que incluso, salían llenos de lo que encontraran en los casi extintos supermercados, mientras otros en la misma fila para pagar en caja llevaban uno o dos productos. Que suerte la de aquellos que tienen familia en el exterior y pueden mandar dinero a Venezuela, aunque cada vez valga menos. 

Los Beneficiarios de las remesas disfrutan de lo poco, aunque siguen sobreviviendo, los demás, cómo hacen, no sabemos, o bueno quizás sí, comen una vez al día, si consiguen comida.   

Hoy día, como dicen los Guayacos; gente buena, conversé con uno de los jóvenes acogidos de casi mil que hemos recibido en “Un techo para el camino” él, es hijo único, sus padres son mayores, tiene una niña en Venezuela y aún con una discapacidad a causa de  un accidente que le hace utilizar una silla de ruedas para trasladarse, decidió emprender el viaje desde Venezuela hasta Ecuador para enfrentar la dura situación de ser hijo único de padres en Venezuela, en este momento, por mi mente vienen muchas cosas.  Este joven, tiene que enviar remesas de dinero a sus país, eventualmente, mientras la clase social que vive de la remesas sigue creciendo, para ellos el país está medianamente bueno, lo único malo es que no tienen a sus hijos y familiares cercanos con ellos…

En otro post… mi amiga en la conversación hacía un análisis muy interesante, sobre los militares que cobran en dólares…

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