Hace poco, conversaba con una gran
amiga, letrada no solamente en las academias y con un bagaje de experiencia
profesional de alto calibre en el quehacer legislativo venezolano, sino, al menos, para mí una mamá
en la espiritualidad y en el reconocimiento de lo divino en la vida humana.
Ella, de quien me reservo el nombre,
en una de nuestra conversaciones digitales me mencionaba su preocupación, no
solo, por lo que todos sabemos que ocurre en Venezuela, sino más bien por algo
del día a día para el venezolano y que ella llamó con preocupación las dos
nuevas clases sociales que están surgiendo en Venezuela después de la
desaparición casi total de la antigua caracterización del estatus social del
Venezolano. Me decía: - Ronald parece que hay dos tipos de venezolanos. Estoy
muy conmovida. Ante tal planteamiento no me resistí a que me contará qué quería
decir con eso.
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Me decía: - Si Ronald, hay dos
tipos de Venezolanos: El que vive de la remesas y el que no vive de ella. Me
mencionaba mi amiga: - Es muy triste ver como hay personas que aún
pueden ir a comprar algunas cosas que no son precisamente de primera necesidad,
y que incluso, salían llenos de lo que encontraran en los casi extintos
supermercados, mientras otros en la misma fila para pagar en caja llevaban uno
o dos productos. Que suerte la de aquellos que tienen familia en el exterior y
pueden mandar dinero a Venezuela, aunque cada vez valga menos.
Hoy día, como dicen los Guayacos;
gente buena, conversé con uno de los jóvenes acogidos de casi mil que hemos
recibido en “Un techo para el camino” él, es hijo único, sus padres son mayores,
tiene una niña en Venezuela y aún con una discapacidad a causa de un accidente que le hace utilizar una silla
de ruedas para trasladarse, decidió emprender el viaje desde Venezuela hasta
Ecuador para enfrentar la dura situación de ser hijo único de padres en
Venezuela, en este momento, por mi mente vienen muchas cosas. Este joven, tiene que enviar remesas de dinero
a sus país, eventualmente, mientras la clase social que vive de la remesas
sigue creciendo, para ellos el país está medianamente bueno, lo único malo es
que no tienen a sus hijos y familiares cercanos con ellos…
En otro post… mi amiga en la
conversación hacía un análisis muy interesante, sobre los militares que cobran
en dólares…
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