miércoles, 24 de febrero de 2016

¡CÓMO PODEMOS CAUSAR IMPACTO HOY!


¡COMO PODEMOS CAUSAR IMPACTO HOY!



El Centro Gumilla como pilar fuerte de la expresión en cuanto a realidad social de nuestro país se trata, me ha regalado y no como dadiva, sino como una gran inversión, un curso para revisar un poco la realidad sociopolítica de Venezuela, trataré de reflejar brevemente algunas cosas que me llamarón la atención y que considero sirve para mi reflexión y quizás la de otros también.

Y es que cuando se habla de Política, esta puede ser utilizada como opuesto a política, entiéndase con p minúscula, el uno apuesta y sirve por y para el bien común, pero el otro se sirve a sí mismo, sirve a sus intereses y necesidades individuales, creo que esto no es un mayor problema gramatical, ni tampoco ortográfico, este es un problema de conciencia, de moral, y sentir ético.

Aprendí que como la palabra Política, la palabra pueblo puede ser entendida como un conjunto de personas que habitan un territorio y que comparten costumbres, creencias, fisionomía, lenguaje etc., en común y afines que lo identifica, pero al igual que la palabra Político, también la palabra pueblo, puede ser utilizada para referirse solo a una parte de la población donde un soberano político es el amo y señor, que no sirve al pueblo sino que se sirve del pueblo, para lograr sus propios e independientes objetivos, pueblo que además es clasificado, determinado, perfilado y responde a un prototipo, suelen llamarles algunos políticos: “pobres”

Aprendí que la dignidad de la persona viene de Dios en cuanto a que es persona, persona que es animal, que es sujeto, que es sentiente, que es posibilitante y que se autodetermina.
En este sentido no escapa de la realidad política a que se ve sometido de alguna manera.

Aprendí que los viejos modelos de protestas (marchas, quema de cauchos, paros de gremios o  instituciones, etc) no generan gran impacto en la época en la que vivimos, cuando son utilizados para propiciar cambios concretos; la humanidad que se ha visto sometido al devenir de los tiempos nos exige resituarnos en la época que estamos viviendo, donde nos encontramos con instituciones postmodernas viviendo en una sociedad que no ha pasado por el modernismo, y sigue viviendo en la época tradicionalista en medio de un mundo globalizado enteramente post moderno.

Entendiendo  lo tradicional como aquella forma de vivir en la que culturalmente se comprende a la naturaleza como alguien y no como un objeto, resultado de la herencia de los indígenas, africanos y españoles. Que exige de nosotros una mirada distinta a la forma en la que nos relacionamos con ella, la naturaleza; porque al no ser un objeto, no la acumulamos no la reproducimos sino que más bien la disfrutamos y la festejamos. ¿Será por esta razón que dejamos de sembrar para vender el petróleo? Entonces somos un país moproductor y monoexportador.

            La forma de distribución social hace que nos agrupemos en grupos sociales, de donde cada individuo prescribe deberes y acuerdos con él.

            Por tanto nuestra sociedad funciona a través de redes de relaciones primarias, y que son primarias en cuanto esos deberes y acuerdos con el grupo social al que pertenecemos determina una forma de entendernos, donde reina más el amiguismo, el compadrazgo sobre la norma, sobre lo estructurado.

En este sentido no es de extrañarnos que las cosas funcionen si para un cierto grupo en particular y no funcione para otro grupo que esté conectado al núcleo de esas relaciones primarias.

“En nuestro universo mental de “tribus”…  Ante una dificultad en la que pueda esperarse una intervención estatal, nadie se pregunta «¿qué ley me ampara?», sino «¿a quién conozco allí?»[i].

Entonces he aquí donde la modernidad continuamente y sin rendirse aún, ha perdido la batalla en el proceso de alcanzarnos. 

La modernidad procurará siempre, que transformemos la naturaleza, de esta manera incluso nos realizamos socialmente porque parte del trabajo y de la producción propia que se cuantifica, se apropia y se comercia.

Procurará que prevalezca la vida privada y que estén bien definidas las leyes del juego en todos los ámbitos y  que estas correspondan con una ética universal.

Seguro estoy que esto no resulta la solución a nuestros males, pero sí creo que debimos pasar por esa etapa como cual niño tiene que gatear antes de caminar.

Si en la modernidad podíamos realizarnos socialmente desde el trabajo y la producción, la postmodernidad ha abierto otros medios para ampliar estas posibilidades. Retoma la vida privada y establece nuevos mecanismos, y si eso es lo que tenemos eso es lo que debemos utilizar si querermos generar impacto en algo o sobre algo.

Estos medios, responden a la necesidad más importante que tiene el ser humano, la vinculación con el otro, la realización social, y en respuesta a esta necesidad, el sujeto post moderno hace bastante uso de las redes sociales como ventana para mirar el mundo, como una gran bocina para expresar como va su relación con la realidad.

Entendí entonces que las marchas, las protestas, las huelgas de hambre, los paros universitarios en nuestro país no causará nunca mayor impacto porque dejaron de ser la novedad, ya no responden a nuestras necesidades.

Hoy por hoy el individuo que dedica más de 7 horas a relacionarse cibernéticamente tiene un gran poder en sus manos, para mover masas, para concentrar opiniones afines y llevar a cabo actividades que tengan un alcance mundial.

¿Qué ha pasado? hemos revisado el perfil del artista de moda, cuanto pudimos haber compartido una situación real que está siendo denunciada por otros más interesados en salir del caos; que probablemente nos impresionamos tanto al ver lo publicado por otros que preferimos solo mirar, leer y juzgar, pero no retwitteamos . Re-posicionamos el hashtag que esta ya posicionado y que hace alusión a una crítica muy alejada a nuestras necesidades más importantes. ¿Cuántos memes nos causan gracias? ¿Cuánto nos sirven para denunciar el desabastecimiento, el desorden social, las malas políticas?

Aprendí que estos medios, bien utilizados crean un mayor impacto, que esas estrategias muertas en las que incluso sometemos a nuestra gente y a nuestro país.


Estas preocupaciones en mí, no me permiten conciliar el sueño, no me dejan trabajar, interrumpen mis relaciones con los demás, que hacen dudar de mi fe en muchas oportunidades, ya no quiero seguir así.

Quiero que la realidad social y política de nuestro país no me afecte, sino más bien que mis actos afecten esa realidad, quiero pensar en que puedo producir algo, pero ya no producirlo individualmente, quiero que mi entorno produzca algo junto a mí, y que yo tenga la suficiente capacidad de apertura para producir algo en el favor de mi comunidad, de mi sociedad, de mi estado, de mi país y del mundo entero.

Y es que no se trata de hacer algo magnifico, sobrenatural, extraordinario, solo algo concreto que construya, que modele, que refuerce los valores y los principios de aquellos sujetos que forman parte de mi entorno.
Hoy estoy pensando qué hacer, no sé si hacer un video satírico, no sé si escribir un artículo en el periódico, no sé si comenzar a postear a tweetear a Retweet, hacer memes. Pero algo debo hacer.

Estoy pensando ahora mismo, en mi entorno, en la gente que me rodea, vecinos que nunca he tratado, de hecho nunca pensé tratar, estoy pensando en los entes gubernamentales que de alguna manera pueden prestarme ayuda para producir algo, alguna de estas puertas tengo que tocar, porque es que solo no puedo, debo crear una red de personas que sienten y padecen lo mismo que yo padezco y estoy seguro de que haremos algo, quizás no derroquemos un presidente, no construyamos en puente, no arreglaremos el problema eléctrico, y económico, pero algo haremos y será bueno.

Ojalá alguien o algunos me acompañaran en este proceso; que importa la distancia, que importa los medios, ya eso no es una limitante.




[i]  “¿Venezuela Moderna? SIC n°579 Noviembre 1995 pp389”

Ronald Borges

lunes, 22 de febrero de 2016

Necesito Producir algo

Hay preocupaciones en mí, que no me permiten conciliar el sueño, que no me dejan trabajar, que interrumpen mis relaciones con los demás, que hacen dudar de mi fe en muchas oportunidades, ya no quiero seguir así.

Quiero que la realidad social y política de nuestro país no me afecte, sino más bien que mis actos afecten esa realidad, quiero pensar en que puedo producir algo, pero ya no producirlo individualmente, quiero que mi entorno produzca algo junto a mí, y que yo tenga la suficiente capacidad de apertura para producir algo en el favor de mi comunidad, de mi sociedad, de mi estado, de mi país y del mundo entero.

Y es que no se trata de hacer algo magnifico, sobrenatural, extraordinario, solo algo concreto que construya, que modele, que refuerce los valores y los principios de aquellos sujetos que forman parte de mi entorno.

Hoy estoy pensando qué hacer, no sé si hacer un video satírico, no sé si escribir un artículo en el periódico, no sé si comenzar a postear a tweetear a Retweet, hacer memes. Pero algo debo hacer.

Estoy pensando ahora mismo, en mi entorno, en la gente que me rodea, vecinos que nunca he tratado, de hecho nunca pensé tratar, estoy pensando en los entes gubernamentales que de alguna manera pueden prestarme ayuda para producir algo, alguna de estas puertas tengo que tocar, porque es que solo no puedo, debo crear una red de personas que sienten y padecen lo mismo que yo padezco y estoy seguro de que haremos algo, quizás no derroquemos un presidente, no construyamos en puente, no arreglaremos el problema eléctrico, y económico, pero algo haremos y será bueno.

Ojalá alguien o algunos me acompañaran en este proceso; que importa la distancia, que importa los medios, ¡qué importa¡ importa más el sentimiento en común las ganas de salir adelante, lo demás viene solo.


¡PERO HAY QUE HACER ALGOOOOOO, HAY QUE PRODUCIR!